Viajar por Vietnam con una cámara de fotos. Parte I

Es lógico que un bilbaíno como yo en Vietnam se deje llevar por el entorno. En un país con una cultura y un clima tan distinto todo lo que ve es digno de fotografiar.

Lo normal es que el olfato del fotógrafo le lleve siempre hasta los mercados, pero una vez dentro lo mejor es taparse la nariz y disfrutar con los ojos; luz, sombra, color… y pollos que aún muertos piden socorro.

Mercado en Sapa, Vietnam

Vietnam es uno de los primeros exportadores de arroz del mundo, pero puedo asegurar que no sólo se come arroz; la variedad gastronómica en este enorme país costero es asombrosa.

Arrozal en Tam Coc, Vietnam

No necesitas recomendaciones. Se come bien en cualquier restaurante del país. La comida es ESPECTACULAR, insisto, y espectacular es también cómo cocinan. Si tienes la oportunidad de meterte hasta la cocina, no la desaproveches y elige un buen ISO antes.

Cocina en Hoi An, Vietnam

Aunque los restaurantes son baratos, se puede comer aún más barato sin perder calidad. Cuando caminas por la capital de Vietnam, o por cualquier otro sitio, basta sentarte en la acera para que alguien venga con unos taburetes, un hornillo y mil ingredientes distintos para prepararte una comida digna de estrellas Michelín.

Restaurante callejero en Saigón, Vietnam

Cuando se viaja por Vietnam, hay que ir preparado con un objetivo que tenga algo de tele. Los niños en Sapa son un buen motivo para el fotógrafo, sobre todo cuando andan jugando sobre el lomo de un búfalo de agua, pero acercarte hasta ellos supondría romper la espontaneidad del momento y luchar contra ti mismo para no darles el «money» que te piden. No se aconseja dar limosna, y menos a los niños, porque supondría una degradación en su forma de vida. Si quieres ayudarles puedes colaborar con ONGs que actúan allí.

Campo de arroz en Sapa, Vietnam

De todas formas, no creas que es un pueblo al que le guste pedir. Esto sólo ocurre en la región de Sapa, donde las etnias siguen vistiendo sus trajes tradicionales porque así lo quieren y, claro, también porque a los turistas nos gusta. Aún así, sólo piden si les sacas fotografías. Tú obtienes algo de ellos, es lógico que ellos obtengan algo de ti. Pero su fuente de ingresos es el comercio. Prepárate para sufrir el asedio de centenares de mujeres queriéndote vender todo tipo de artesanía.

Etnia en Sapa, Vietnam

En Vietnam, sobre todo en las dos grandes ciudades como son Hanoi y Saigón, lo que los extranjeros llaman Ho Chi Minh City, uno se vuelve loco con la cámara y resulta difícil saber discriminar elementos para que la foto no parezca un caos. Pero en ocasiones eso es precisamente lo que hay que conseguir; reflejar el caos. Motos, bicis, gente, cables, chiringos, vallas de publicidad, pagodas…

Calle en Saigón, Vietnam

A pesar de que sea un país con régimen comunista, la religión está muy presente en la vida de los vietnamitas. Hay una gran cantidad de pagodas por todo el país y si uno quiere visitar todas ya puede ir pidiendo una excedencia en el trabajo. Además, no son edificios vacíos de feligreses y llenos de turistas, como en Europa, allí están siempre llenos de locales quemando incienso y lanzando plegarias.

Religión en Tam Coc, Vietnam

En el sur de Vietnam, en el Mekong, las motos son sustituidas por los barcos. Estos son como las autocaravanas, pero con la diferencia de que no las utilizan para las vacaciones y escapadas de fin de semana. Los vietnamitas son las personas más trabajadoras que he visto en mi vida. Trabajan todos los días de la semana, durante todo el año. Y lo hacen a todas horas. Desde las 4 de la mañana hasta que uno se va agotado a la habitación del hotel, ellos están en la calle trabajando sin descanso y sin queja. Desde muy pequeños se les inculca la cultura del trabajo y se les exige trabajar.

Niño comerciante en Mekong, Vietnam

En un país donde se trabaja tanto, cabría esperar que hubiera mucha riqueza, pero lo que uno encuentra no es más que subsistencia. Viven con poco, pero viven felices. Algunos tienen hasta viviendas con vistas al río Mekong, aunque a veces, el río entra en las viviendas a echar un vistazo.

Casas con vistas al Mekong, Vietnam

Hasta aquí el primer fotoreportaje de viajes que hago. Me ha costado mucho (esto de ser bloguero es un trabajo duro), pero si queréis más no tenéis más que comentarlo.

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